miércoles, 1 de enero de 2014

Un 2014...

Hace dos meses que no me paraba a escribir. Hace dos meses que no dejaba que mi corazón y manos viajaran libremente por el teclado. Hacía dos meses...

Propongo un 2014 diferente. No lo típico de "un 2014 a tu lado". Quiero un 2014 con más risas que lágrimas, y si tienen que existir las lágrimas que sean por ataques de risa. Quiero 365 días creciendo poco a poco. Valorando cada día a la gente que tengo a mi lado y a la que me encuentre por el camino. Quiero decir "te quiero" pero quiero decirlo de verdad. Quiero que el primer "te quiero" que salga por mi boca este año sea sintiéndolo  de verdad y no al primer idiota que intente llenar mi corazón sin quererlo. No quiero abandonar lo que soy, quiero seguir siendo una cabezota, una impulsiva, más soñadora que nunca, enamoradiza, risueña e igual de simpática selectiva. Aunque todo esto pueda traerme problemas, no quiero dejar de ser quien soy. Quiero poder terminar este año y apuntar en una lista que me he dejado de morder las uñas, que me he enamorado de verdad y sobre todo que nada ni nadie me ha hecho derramar una lágrima de tristeza. Es mi momento. Este es mi año.

No me arrepiento del 2013 que he tenido. He reído y he llorado. Quizá he perdido a personas demasiado importantes en mi vida y si, me arrepiento de no haber vivido todos los momentos inimaginables con ella, pero se que desde el cielo me cuida. Me he enamorado, poco, pero enamorado. He ido un poco de capullo en capullo (¡Para que negarlo!) y cuando parece que encuentro a alguien que encaja termina el año en la lista de "subnormales a olvidar". Un consejo, no hables de futuro si no lo quieres como lo cuentas. He descubierto que personas valían la pena en mi vida y quienes no. He aprendido a no guardar rencor. Me he independizado. Y en Oviedo he encontrado a ocho ángeles por los que daría la vida. Tal cual.

Por eso, solo tengo que decir que quiero un 2014 con las mismas o más alegrías del 2013.