A veces no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde, otras, en cambio, no sabemos el peso que nos quitamos de encima hasta que no lo hemos perdido.
Si es posible finales felices, en los que solo podamos reir, en cambio buscamos la película más deprimente por el hecho de que necesitamos llorar.
Odiamos el frío y buscamos desesperadamente el sol. Detestamos el calor y amamos la brisa. Mejor que no llueva, pero que tampoco exista la sequia.
Nunca estamos conformes con lo que tenemos o con lo que ocurre, incluso nos vence el deseo de tener más. Si un día jugaramos al conformismo la vida sería aburrida. Muy aburrida