A pesar de todo no puedo negar que sigo siendo la misma tonta soñadora de siempre. ¿Los cuentos de príncipes y princesas? Siguen existiendo y me provocan esos escalofrios absurdos al imaginar cualquier escena. Sigo creyendo en el amor a primera vista, a primer beso, a primera palabra, en el amor a distancia, por cualquier red social, el amor ciego, el amor sin barreras. ¡Cualquier amor!
Porque si algo he aprendido es que las experiencias negativas no ocurren para deprimirse y meterse en la cama. No, a mi me ha servido para aprender, sonreir sin motivo y para valorarme un poquito más.
Si algo tengo claro es que ningún hombre se merece las lágrimas de una princesa, y yo derramé demasiadas.
¿Qué me queda ahora? Disfrutar se la vida a mi manera, estudiar y volverme a enamorar de cualquier tonto que me diga: "Hola princesa" :)
Me encanta como escribes me inspiras un montón.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, bss Lu5cia.