sábado, 29 de marzo de 2014

Microrrelato.

Su rostro fingía serenidad, alegría, incluso parecía que estaba interesada por el tema de conversación que allí se estaba tratando. Pero no. Tenía la cabeza en la luna y los ojos puestos en él...

Qué irracional, ¿no?. Ella sabía perfectamente que él no la convenía, que no tendría que pilarse por él. Que tenía que olvidarle, dejar de pensar en si lo quiere o en si no. Dejar de comerse la cabeza porque podía asegurar que él nunca se iba a agarrar a nada. No era de esos. Se le veía. No era de rosas, ni de flores en general. No era de pequeños detalles, ni de grandes. No era de sorpresas, ni de sacar sonrisas inesperadas. No era de decir "te quiero". Tan siquiera había constancia de que tuviera alguna novia. No, él era de más de una. Así todo más sencillo. Era un chulo. Si le ignoraba, él ignoraba más. ¿Cómo podía gustarle tantísimo si era un completo idiota?
Pero ahí seguía, muda, prendida en su mirada. Sabía que todo iba a ser igual, que nada iba a cambiar. Por mucho que hablaran. No existen hadas, ni príncipes, ni sueños. Todo es mentira. Y lo peor es que sin él, su vida perdía sentido. No todo, pero si gran parte.

Quería chillar. Ahí. Aunque pareciera distante y ausente. Su deseo era levantarse y sincerarse de una vez. Decirle todo lo que rondaba en su cabeza. Pero no. Las cosas estaban así mejor. Y así será, en un silencio absoluto. Será hasta final.

Sonreía. Era lo único que podía hacer mientras su cabeza vagaba libremente...

lunes, 17 de marzo de 2014

Entrada del 27 de Febrero...

Hola:
¿Qué tal se ve el mundo desde ahí arriba, abuela? Hoy hace un año que te fuiste. Lo dejaste todo un poco patas arriba, eh. Tenías que ver a los elementos que has dejado aquí sin nadie que les coordine, jeje. Te echo de menos. Añoro ir a Valencia de Don Juan y comer cocido, que me riñas por no querer comer sopa o me chilles como una loca para prevenir que me queme con la cocina de lumbre. Echo de menos meterme por debajo de la mesa y sentarme en ese banquito de madera. Tus galletas de barquillo, el detalle de tener chocolate siempre, aunque no hubiera quien lo comiera. Sentarnos en la puerta de casa, con esas mini sillas y jugar en la cuesta de piedras con tus frases previniendo que nos rompiéramos una pierna. Echo de menos hasta cuando me reñías por jugar con esos tres perros que tenías en el armario de la entrada. ¿Cómo lo sabías? Yo me tiraba más tiempo colocandolos simétricamente igual para que no te dieras cuenta de que los tocaba. Añoro tus besos sonoros y duraderos, tu "Llamadme cuando lleguéis a casa", y llegar a casa y lo primero que haciamos era llamarte.Recuerdo la última vez que te felicité el cumpleaños, juraría que hiciste ochenta y te empeñabas en decirme que eras una vieja y yo en decirte que estabas en la flor de la vida... ¿Sabes? De lo que más me arrepiento es de todos los "Te Quiero" que me faltaron por decirte. De haberme negado a ir a verte a la residencia por no herirme a mi misma... Seguro que ahora estás con tu amante el asturiano. Si, ese que decias que no lo querías y que no te ibas a casar con él, y con dos de tus hijos... En un año han pasado tantas cosas. Gracias por cuidarme desde el cielo, abuela. Una vez le dije a un niño que cuando echara de menos a su abuelo mirara las estrellas y la que mas brillara ahí estaba él. He de reconocer que yo lo hago cuando te echo de menos. Me encantaría tenerte conmigo todos los días o, al menos, que sea como antes que sabía que te tenía. Me despido, no te olvides de seguir cuidándonos. 
Te quiero.

Jude...

"Mi madre me ha dicho que el amor es como una semilla. Tienes que plantarla para que crezca. Pero eso no es todo. El sol debe brillar justo lo suficiente, pero no demasiado. Las raíces tienen que agarrarse. Y a partir de ahí, si saca la cabeza a la superficie, habrá cerca de un millón de cosas que podrían matarla, as´que se necesita mucha suerte también"


"¿Qué te parecería si te dijera que estaré contigo todos los días que quieras tenerme a tu lado?"

"Cariño estás dejando que los cuentos de hadas con los que creciste te nublen la mente. El amor no es fácil. Especialmente uno bueno de verdad. Es difícil y desearias arrancarte los pelos tantas veces como sentirás el viento en la espalda. Pero merece la pena luchar por él. No dejes que lo que no es real te ciegue antes de lo que lo es. La vida no es perfecta, nosotros no somos perfectos, así que ¿por qué esperar que el amor lo sea?"