Aunque no lo creas, esto me duele más a ti que a mi. Te conozco desde que eras una cría, ya destacabas sobre las de tu edad con tu mentalidad de niña adulta...Ese puede ser tu inconveniente.
Poco a poco la amistad se profundizó, si. Pero este último año ha sido un F-R-A-C-A-S-O con todas y cada una de las letras. Has cambiado de golpe, sin entender por qué. Desde que sales con él te crees más madura, más mujer, más nose. No te culpo es normal, te dejas influenciar por su edad.
Ahora ya no eres tú misma, esa chica chicharachera que siempre estaba con una sonrisa de oreja a oreja. Ahora eres bipolar, cuando estás con todos estás feliz, pero si no te hacen caso finges estar deprimida...
Qué te crees que medio mundo está pendiente de tu vida, que todas las personas de la cuidad te miran y el caso es que, lamentablemente, es falso. La gente en su día te criticó, te hundió y yo estuve allí, ahora nadie te mira, ni se preocupa por tu vida.
¿Sabes quien ha estado estos diez años a tu lado, en lo bueno y en lo malo? Yo. Y decides pagarme largándote con unas que fingían ser tus amigas que al final te pegaron la patada en el culo.
Por todo esto se han acabo todos los momentos vividos... Lo siento, esto es una despedida. Te quiero, eso no te atrevas a dudarlo pero no me gusta tu nueva personalidad. ¿Qué tengo que verte cada día? Normal, pertenecemos al mismo grupo. Ahora bien, tengo dudas de cuanto aguantará todo tan sostenido en esta mesa de tres patas.
