Dicen que soy cabezota, mucho. Que no cierro la boca ni debajo del agua, las verdades a la cara y que eso me va a traer problemas. Que odio la mentira, ni la de verdad ni la piadosa. Comentan que soy muy protestona, que odio a la gente que se dedica a regalarte sonrisas y luego te pone a parir por detrás. Nunca me han gustado las personas que se creen superiores, o las que únicamente saben hablar de uno mismo "yo, yo yo" es la única palabra de su vocabulario, aquellas personas que fingen para caer bien a la gente o que cuenta su vida para intentar dar pena y así hacer "más amigos". Me repugnan las creídas, arrogantes, personas que creen que diciendo "lo hago por tu bien" aciertan. Odio que me digan que si me escuchan y que no me hagan ni caso, que me digan lo que tengo que hacer y que no me dejen opinar.
Soy así, si no te gusta, nadie te obliga que lo hagas. Ahora, no me critiques por ello.
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