sábado, 12 de marzo de 2011

Adiós.


No pretendo alargarme. Tampoco que el asunto sea una carta de despedida. Te lo expliqué y aunque me costará y sufriré, este es el final. Fue bonito mientras duró pero ¿de que nos sirvió? Todo se convirtió en una cruel mentira compuesta de errores continuos, por ambas partes. Las disputas no cesaban, y lo mejor era que llegara a su fin. Sí, derramaré lágrimas, pero nadie dijo que dejarlo todo fuera fácil. Pero lo conseguiré, aunque para ello deje la mitad de mi vida. Ahora solo se decirte. Adiós

3 comentarios:

  1. bueno y tengo mi propia opinion, y esque mas vale sola que mal acompañada ;) jejeje Las rupturas nunca fern fciles , aunque se asamal al principio siempre se lebanta cabeza:)

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  2. Eso me ha dicho todo el mundo y lo de "un clavo saca a otro clavo" Muchas gracias a las dos :D

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Sí la has leído, ¿qué menos que comentar?