sábado, 9 de abril de 2011

No te odio, me das pena

No te odio, simplemente me das pena. Este juego había llegado demasiado lejos y ambos lo sabemos. Ahora déjalo en empate. Ni para ti, ni para mi. Nadie ha ganado. No vengas de macho. No funcionará. ¿Por qué? Porque por mucho que intentes engañar al mundo, ambos sabemos lo que hemos vivido y como somos cada uno. Yo tengo discreción y tú esa chulería que detesto. Ahora tranquilo. Desmentiré todo aquello que sea falso. ¿Quieres crearme fama? Hazlo como quieras. Total, la fama que tú hagas me da igual. Me importa algo que se llama realidad y que tú te has emperrado en no vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sí la has leído, ¿qué menos que comentar?