sábado, 8 de agosto de 2015

Enséñame tus alas y grita QUE LA VIDA ES BONITA AUNQUE ESTÉ DEL REVÉS

Me enseñaron que la vida pasa rápido. Que a veces se gana y otras se pierde. Que el motor de tu vida no puede ser una persona, porque de esa manera quedas condenado a depender de su existencia. Me enseñaron que soy libre para decidir quien me hace reír y quien llorar. Para hacer y deshacer a mi antojo y no tener que dar explicaciones. Me enseñaron a amar de una manera incondicional, A sufrir. A quererte cagar en todo y guardar la compostura. A ser sincera. 
Me enseñaron que en este mundo materialista y consumista, era libre para dar mi opinión, para desahogarme, para dejar marcado con palabras lo que mi corazón siente y lo que mi cabeza opina. (También me enseñaron que no se puede ir chillando como una loca por la calle). Me enseñaron que se puede llorar de alegría y reírse de tristeza.

Me enseñaron a dejar en mi vida a aquellas personas que valían la pena y echar al cajón al resto. Me enseñaron que quien abandona el barco, o a quien decidimos tirar por la borda, no tiene porque ser recordado al instante. Que pueden pasar meses, años, hasta que una herida se cierra, pero que nunca pasarán días. Que cada persona tiene un tiempo de duelo.

Que la profesión va por dentro y puedo ponerme una y mil corazas para no mostrar quien soy en realidad, salvo a unos pocos afortunados. "Quien te quiere, te hará llorar" eso es algo que aún no he asimilado, existe demasiado gilipollas que me ha hecho llorar y no me ha querido. Pero también me lo enseñaron.

Me enseñaron que, decida lo que decida hacer con mi vida, siempre iban a existir personas que me iban a apoyar de manera incondicional, dejándome dar la ostia en condiciones para después ayudarme a levantar.

Me enseñaron que cuando alguien te humilla, insulta y toca las pelotas, su vida es demasiado triste y tiene demasiado tiempo libre. También me enseñaron a no achicarme ante determinadas personas. A defender lo que soy.

Hace dos meses, tal día como hoy mi tío me dijo al oído (como si de un secreto se tratase): "Cariño mío, hagas lo que hagas, decidas lo que decidas con quien lo muestres, no dejes de ser nunca quien eres". Y esa fue la bombilla que se encendió en mi interior para quererlo cambiar todo.

Y... Como dice la canción Vívela de Pablo Alborán "Dicen tantas cosas que podrían no decirlas y callarse de una vez." Porque muchas veces quien más lecciones te intenta dar de la vida es aquel que más tiene que callar. "Vive sin barreras, así que déjate de historias y ven acércate que te cuente lo que vamos a hacer. Saca de tu pecho el rencor y mira bien hacia donde se dirigen tus pies. Enséñame tus alas y grita QUE LA VIDA ES BONITA AUNQUE ESTÉ DEL REVÉS"

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