sábado, 7 de mayo de 2016

La verdad versus la mentira

Toda la vida han intentado enseñarme que con la verdad se llega lejos y que la mentira tiene las patas muy cortas. ¿Eso es cierto? A lo largo de mi vida me he encontrado con más gente mentirosa que sincera. Con personas que "luchaban" por un mundo justo y llenaban su vida de mentiras. Personas que me decían "soy transparente" y ahí había 200 capas de vida.
Durante toda mi vida he intentado ser sincera, en mayor o menor medida, he intentado decir lo que pienso en cada momento y no callarme ante cualquier injusticia. Y claro, así me ha ido... Todas, absoluta y plenamente todas las personas se pavonean de ser sinceras, de no mentir nunca y esa es la primera gran mentira que te dicen.
Yo reconozco que evito mentir, si me caes mal voy a decírtelo, si algo me parece mal voy a quejarme y si se comete una injusticia, un acto que dañe la integridad plena de una persona voy a ser la primera en defender a aquella personas. Siempre voy con la verdad por delante, intento ser totalmente transparente. La verdad es que en ese sentido no tengo filtro, me hicieron de tal manera que si estoy bien se notara a leguas, pero si algo no me gusta también se me notara a leguas.
La verdad, de momento, en algunos casos, no me ha llevado por un camino de rosas. Me ha hecho llorar, chillar, arrepentirme, querer mandarlo todo a la mierda, huir. Por mucho que el resto de personas me dijeran que lo había hecho bien, son muchas las que por ser sincera te miran por encima del hombro, te odian de por vida o te dejan de hablar.
Si bien es cierto que alguna mentira si que he utilizado. Aunque más que mentira yo lo denominaría omisión de parte de la información. Puedo contar algo, pero se hasta que punto hay ciertas personas que quiero que sepan las cosas y otras muchas que no quiero que sepan partes de la historia.
Lo que si se, a ciencia cierta, es que por muy sincera que me hayan querido hacer. Por mucho que mis padres me hayan intentado inculcar que con la mentira no se llega a ningún sitio. Por más que, a veces, la vida me demuestra que la mentira hace que pierdas gente y caigas en picado. Yo, por mi experiencia, voy descubriendo poco a poco que la verdad trae demasiados problemas. Pero que me niego a dejar de ser sincera.

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