miércoles, 2 de enero de 2013

Un historia que tiene como autor copas de alcohol.

Hoy podía haber sido un día especial. Tenerte a mi lado. Sonreirte como una estúpida. Besarte. Decirte "Te Quiero". En cambio no, aquí estoy, muerta del asco en casa. Sin ganas de salir. Con muy mal humor. Y es que cuando a una persona ya le dicen tantas veces que no se termina acostumbrando a la negación... Lo cual no es bueno. Se pierden esperanzas. Ilusiones. Cualquier atisbo de felicidad se desvanece cuando ya se sabe la respuesta. He aprendido a vivir con lo poco que tengo. Una historia de dos que se esconde debajo de la alfombra. No ve el sol. Qué difícil es abrir unos ojos cerrados cuando el futuro es tan oscuro. Será mejor asimilar que el mundo es un poco complejo. Hoy quiero vivir pensando que he sido yo la que ha tomado la decisión de escapar de esos títeres que quieren ser la voz en off de mis recuerdos. De eso que hace que te pase algo para que no puedas venir. Y es que ya estoy perdiendo las ganas de todo.

2 comentarios:

  1. y tantas veces que nos dicen que no...
    ¡¡¡Me encanta como y lo que escribes!!!
    Te dejo aqui mi blog: bauldenaroa.blogspot.com.es

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  2. Pero cuando consigues tenerle al lado es la historia más bonita, aunque solo sea una tarde. :)
    Me pasaré por tu blog muchas gracias.

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